
– ¿Tu suegra? Por nada.
– De acuerdo, trato hecho.
Pues, yo le debo a Italia los mejores momentos de mi vida.
-Pero, si nunca has estado en Italia.
-Yo no, pero mi suegra va todos los veranos.
El día que yo muera quiero que me sepulten en el mar.
-¿y por que esa decisión?
-Por que mi suegra me amenazó con bailar sobre mi tumba cuando yo muera.
Dos amigos:
– Si no fuera por el bigote, serias igualito a mi suegra.
– Pero, si yo no llevo bigote…
– Pero ella sí.
¿Que hiciste con el libro titulado “Cómo pasar de los 100 años”?
-Lo metí en la caja fuerte del banco.
-Y porque?
-Tenía miedo que lo viera tu madre y lo leyera.
¡Un camión ha partido a su suegra en dos!.
– ¡Qué horror! ¿Y ahora qué hago con dos suegras?
Pitonisa:
Veo en la bola de cristal que muy pronto va a morir su suegra.
¿Y no ve si me caerán muchos años de cárcel?
¿Sabes que se ha muerto mi madre?
-¿De qué ha muerto?
-De cataratas.
-¿La operaron?
-No, la empujó mi marido.
Se le acusa de matar a su suegra y a su perro, ¿qué tiene que decir?
Que estaba fuera de control, yo no quería matar al perro.
Manolo, ¿de dónde vienes?
-Del cementerio de enterrar a mi suegra.
-¿Y cómo vienes tan triste?
-Es que me ha dicho el cura que en la otra vida nos volveremos a encontrar.
Pues mi suegra nos salvó en África de los caníbales.
-¿Se enfrentó a ellos?
-No, se la comieron primero y se envenenaron.
¿Oye, de qué se murió tu suegra?
Pues, estaba cosiendo y se pinchó con una aguja y yo tuve que rematarla para que no sufriera.
La suegra desde el interior del ataúd:
-Hija, ¡sácame de aquí que no estoy muerta!
Yerno:
-Cállese señora, ¿va a saber usted más que el médico?
KARATE STUDIO SATÉLITE
